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portada de Mi planta de naranja lima

Mi planta de naranja lima

Acerca del libro

Mi planta de naranja lima es una novela escrita por José Mauro de Vasconcelos, publicada en Brasil en 1968, que relata las anécdotas, aventuras y vivencias de un inteligente pero travieso niño llamado Zezé en medio de las humildes condiciones que lo rodean.

Entre las temáticas que abarca este libro se encuentran la amistad, la familia, el amor, el cariño, la pobreza y la tristeza, entre otras. La trama ha sido adaptada a varias producciones de cine, televisión y teatro.

Cabe destacar que la historia fue un éxito en ventas desde el momento de su publicación y que ha sido traducida a 32 idiomas. Además, el mismo año de su lanzamiento encabezó la lista de best sellers y hoy en día sigue siendo uno de los textos clásicos para la enseñanza de lectura en la educación primaria.

Resumen

La historia comienza cuando Zezé, un chico de 5 años, va por la calle con su hermano Totoca, aprendiendo con él cosas nuevas, recordando travesuras hechas en casa y comentando la belleza de su madre, mientras canta internamente.

Zezé hace muchas preguntas durante el recorrido y en un momento su hermano le enseña a cruzar la calle. Al cabo de un rato se detienen y Totoca le muestra la que será su nueva casa, ya que le explica que su padre está desempleado, que deberán mudarse pronto y que habrá que trabajar duro para aportar en la casa.

También le pregunta al pequeño cómo había aprendido a leer, pero Zezé le explica que no sabe, que simplemente lee y ya. Su hermano le dice que ha aprendido muy pronto y que tendrá que ir a la escuela en pocos meses. Por otra parte, los demás miembros de su familia se encuentran sorprendidos, en especial su tío Edmundo, quien se siente feliz y orgulloso de él.

Zezé cuenta que pertenece a una familia numerosa y que cada hermano mayor cuida del menor. Tal es así que él “se hace cargo” de su hermanito Luis, con quien sale a jugar un rato.

Su lugar de juegos es el patio, que creativamente está dividido en tres lugares para entretener a Luis. Su parte favorita es “el jardín zoológico” y allí permanece un rato, con el fin de evitar que una de sus hermanas mayores lo reprenda por haber cometido una travesura en la casa de una vecina.

Zezé siempre menciona a su “pajarito”, una especie de voz interior que escucha frecuentemente. Este pajarito relata que la travesura cometida en la casa de su vecina fue idea del “diablo”.

Días después, su madre los lleva a todos a visitar la nueva casa, la cual habitarían en unas semanas. Al entrar, sus hermanos mayores se “adueñan” de algunos árboles frondosos que rodean la casa. Zezé, por su parte, se siente desdichado al tener árboles pequeños, débiles y llenos de espinas para escoger.

Su hermana Gloria le sugiere que elija una pequeña planta de naranja lima que allí se encuentra. Le explica que es perfecta para él porque crecerán juntos. Zezé termina aceptando más por resignación que por gusto y llama a la planta Minguito.

Al sentarse junto a ella escucha de inmediato que una voz diferente a su “pajarito” le habla. ¡Es su planta de naranja lima! Esto al principio lo asusta, pero después se acerca más a ella y conversan un momento. Zezé le toma cariño de inmediato y se prometen ser buenos amigos.

La navidad se acerca, los preparativos de la mudanza han comenzado y muchos vecinos se alegraban. Por su parte, Zezé se enteró de que habría una repartición de juguetes en el casino de la ciudad y, emocionado, decide ir con Luis para obtener regalos.

Tanto él como Luis se pusieron su mejor atuendo; pero su hermana Gloria estaba tan ocupada con la mudanza que le era imposible llevarlos, así que le pidieron el favor al cartero, quien accedió amablemente.

Sin embargo, el hombre los acompañó hasta cierto punto, ya que alegaba que retrasaban su trabajo. Los chicos tuvieron que seguir solos, a pesar de que el cansancio se adueñaba de ellos.

Llegaron al casino con media hora de retraso y la repartición ya había terminado. Luis no pudo aguantar las ganas de llorar y Zezé se sintió desconsolado y amargado, al pensar que el niño Jesús no lo quería.

La noche de navidad fue triste, pues la carencia era igual o peor que en años anteriores. Durante la cena casi nadie habló y Zezé esperaba recibir algo de papá Noel, así que puso sus zapatos al otro lado de la puerta. Al despertar no encontró absolutamente nada.

Sintiendo una mezcla de rabia y decepción, exclamó con furia que era una desgracia tener un padre pobre, sin saber que su papá se encontraba frente a él. Este lo observó con tristeza y se marchó, lo cual hizo sentir terriblemente mal a Zezé.

El pequeño tomó prestado el cajón de lustrar zapatos de su hermano y salió por las calles. Lo poco que ganó le alcanzó para comprarle unos cigarrillos a su padre como regalo de navidad. Al llegar a casa, se los entregó y le pidió disculpas por su comentario.

Algunas semanas pasaron y ya en la nueva casa se percibía un ambiente más alegre. Pronto Zezé fue a la escuela y le contó todo a su planta: era el niño más aplicado de la clase y su maestra lo apreciaba mucho.

Por esos días conoció a Ariovaldo, un vendedor de folletos y cantante aficionado. Zezé se ofreció a ayudarlo todos los martes sin ningún interés y el hombre aceptó. Al cabo de unas semanas sus ventas incrementaron y le pidió al niño que se quedara con las propinas. Ariovaldo comenzó a sentir un inmenso cariño por el chico.

Zezé acostumbraba a trepar la parte trasera de los autos para llegar más rápido a la escuela y un día intentó subir al auto de Manuel Valadares (el portugués), pero la hazaña no fue exitosa y solo obtuvo que el hombre lo reprendiera en la calle delante de todos. Por si fuera poco, Totoca estaba en problemas y le pidió que peleara por él en la escuela. Ahora se sumaban otros golpes y solo le quedó desahogarse con Minguito, su planta.

Los días pasaban y la vida de Zezé transcurría entre la escuela, el trabajo de los martes, la compañía de su planta, que ya estaba bastante crecida, y las travesuras realizadas, una de las cuales hizo que se lastimara el pie.

Con ayuda de su hermana Gloria se las arregló para que no se dieran cuenta en casa y, un día de camino a la escuela, el portugués se ofrece a llevarlo. Después de dejar de lado su orgullo, Zezé accedió; pero el portugués al ver la gravedad de la herida decidió llevarlo al médico. A partir de ese momento Zezé sintió que lo quería muchísimo.

La amistad entre Zezé y el portugués crecía a medida que pasaban los meses; lo llamaba “Portuga”. Hubo días donde no pudo verlo a causa de unas despiadadas palizas que recibió de su hermana y de su padre. Él le contó todo y también le dijo que se quitaría la vida para dejar de ser una molestia para su familia.

El portugués le pidió que no lo hiciera y lo invitó a pescar. La aventura en el río fue muy divertida, pero el portugués pudo observar las terribles cicatrices que tenía Zezé en el cuerpo producto de los golpes.

Durante un pequeño descanso, Zezé le pidió al portugués que lo adopte y él, aunque sentía una enorme emoción, le explicó que no podía separarlo de sus padres, pero le prometió que lo trataría como a un hijo.

Días después, Totoca le dice a Zezé que su padre ha encontrado empleo en otra ciudad y que la municipalidad pretende derribar varios árboles del vecindario, incluida su planta de naranja lima, lo cual lastima mucho a Zezé debido a que esta había sido una gran compañía durante su crecimiento.

Sin embargo, la desgracia acrecienta cuando Zezé se entera de que el tren de la ciudad había acabado con la vida de “Portuga” mientras conducía. Esto le dio un giro inesperado a la vida de Zezé, quien termina enfermándose debido al shock generado por esa terrible noticia.

A pesar de los tratamientos suministrados, Zezé no mejoraba. La tristeza lo había invadido por completo y él solo quería ir al cielo. Días después recibió la visita de Ariovaldo, quien le dio unas palabras de aliento y le pidió que fuera fuerte para que sanara.

Semanas después Zezé fue recuperando el semblante, pero la tristeza y el dolor seguían dentro de él. Su hermana Gloria le había entregado la primera flor de su planta de naranja lima y, de alguna forma, supo que esta era una señal de despedida. Por otro lado, las cosas comenzaban a mejorar en la casa, ya que su padre había sido nombrado gerente y ya nunca más pasarían necesidades.

La historia finaliza cuando Zezé, años después, le escribe una carta a su “Portuga”, donde le dice que fue él quien le enseñó la ternura de la vida.

Personajes

  • Zezé: protagonista y narrador de la historia. Es un niño inteligente, noble y muy travieso, proveniente de una familia humilde y numerosa. La gente lo cataloga como “el niño diablo”. Físicamente es descrito como un niño blanco, de aspecto menudo y con el cabello rizado y rubio.
  • Paulo Vasconcelos: padre de Zezé, descrito como un hombre de aspecto abatido y desconsolado durante su racha de desempleado.
  • Estefanía Pinagé de Vasconcelos: madre de Zezé. Se caracteriza por ser una mujer trabajadora que sufre en silencio para sacar adelante a su familia.
  • Totoca: hermano de Zezé. Es un chico trabajador y colaborador.
  • Tío Edmundo: tío de Zezé y quien le enseña muchas cosas de la vida.
  • Gloria: es una de las hermanas de Zezé. Físicamente es la que más se parece a él. Tienen una bonita relación de hermanos.
  • Jandira: una de las hermanas de Zezé. Se describe como una chica oficiosa, enamoradiza y de mal carácter.
  • Minguito/Xururuca: planta de naranja lima de Zezé. Se convierte en su amigo y refugio desde la primera vez en que hablan.
  • Lalá: una de las hermanas de Zezé.
  • Luis: hermano menor de Zezé. Es un niño de cabello rizado, muy dulce, juguetón e inocente que está muy apegado a su hermano.
  • Ariovaldo: vendedor ambulante de folletos y gran amigo de Zezé.
  • Manuel Valadares (el portugués): señor adinerado que se vuelve casi un padre para Zezé. Él lo llama “Portuga”. Físicamente es descrito como un hombre robusto y bien vestido.
  • Cecilia Paim: maestra de Zezé, quien es descrita como una mujer poco agraciada. Ella aprecia mucho a Zezé.

Análisis literario

Mi planta de naranja lima es una historia cargada de elementos y recursos literarios tales como la metáfora y la hipérbole. Además, es una obra que contiene un fuertísimo carácter autobiográfico.

Durante la lectura se observa un único narrador (Zezé), quien relata la historia en primera persona, permitiendo conocer su inocencia y ocurrencias.

La historia conserva algunos vocablos y expresiones propias de la zona donde se desarrolla la trama, lo cual hace que se mantenga un toque regionalista en el lenguaje.

Frases

  • “¿La edad de la razón pesa?”. Zezé.
  • “Vas a ser el sol, y las estrellas brillarán a tu alrededor”. Tío Edmundo.
  • “¡Dios mío! ¿Por qué la vida tiene que ser tan dura para algunos?”. Gloria.
  • “Lo peor de todo era el tiempo, que parecía volar a propósito”. Zezé.
  • “¡Qué desgracia es tener un padre pobre!”. Zezé.

Acerca del autor

José Mauro de Vasconcelos nació en Bangú, Brasil, el 26 de febrero de 1920. Era parte de una familia humilde, numerosa y de escasos recursos.

Fue escritor de numerosas obras, pero su más emblemática ha sido Mi planta de naranja lima, en la que rememora parte de su infancia y la cual le otorgó un reconocimiento de talla internacional.

El escritor falleció en São Paulo el 24 de julio de 1986, a causa de una bronconeumonía.

Citar artículo:
Mi planta de naranja lima (2021). Recuperado de Portal Libros (https://portallibros.com/mi-planta-de-naranja-lima/).